Conclusión
Las novelas se basan principalmente dentro del género fantástico, aunque en muchos aspectos también pueden ser consideradas Bildungsromane, o novelas de formación, en las que se detalla algún tipo de desarrollo de un personaje. La historia se ubica principalmente en Hogwarts, un internado británico para magos. En este sentido, las novelas son «descendientes directos de Tom Brown's School Days de Thomas Hughes y otras novelas victorianas y eduardianas que se basan en la vida en los colegios públicos».44 Por su parte, en palabras de Stephen King, las novelas son «astutos cuentos de misterio»,45 y cada libro está construido al estilo de las aventuras de Sherlock Holmes, donde se dejan un número de pistas escondidas en la narrativa, mientras los personajes persiguen a una serie de sospechosos a lo largo de exóticos escenarios, llevando a un giro final inesperado. Están escritas en tercera persona con un narrador omnisciente que focaliza en Harry salvo contadas excepciones (como los primeros capítulos de La piedra filosofal, El misterio del príncipe o Las Reliquias de la Muerte), y los secretos de la historia le son desvelados al lector al mismo tiempo que a Harry.
Los libros tienden a seguir una fórmula muy estricta. Ubicados a lo largo de años consecutivos, generalmente comienzan con Harry en casa de los Dursley, en el mundo muggle. Seguido, se traslada a algún escenario mágico, como La Madriguera, el Callejón Diagon o Grimmauld Place, 12, por un breve período antes de empezar el año escolar, el cual comienza cuando se sube al Expreso de Hogwarts, en el Andén 9¾. Una vez allí, se desarrolla la historia que alcanza su clímax cerca o justo después de los exámenes finales, cuando Harry debe enfrentarse a Voldemort o alguno de sus Mortífagos. Por último, aprende una importante lección o detalle clave de la trama en una conversación con Albus Dumbledore. Esta fórmula se rompe completamente en la última novela, en la que Harry y sus amigos pasan la mayor parte del tiempo fuera de Hogwarts, y solo regresan allí para la confrontación final.
Por otro lado, Voldemort está presente de alguna manera (físicamente, a través de un sueño o una visión) en cada capítulo hasta el quinto libro, y a partir del cual, aparece en la mayoría. Esta estructura permite al lector desentrañar los misterios al mismo tiempo que Harry, encontrando pistas solo cuando él lo hace.
Aunque la saga de Harry Potter esté estructurada en siete años escolares, no debemos olvidar que el último fue empleado por los protagonistas en encontrar las Horrocruxes, saltándose las clases. En entrevistas que realizó poco después de la publicación del séptimo libro, Rowling ilustró a los fans sobre el camino que habían seguido Harry, Ron y Hermione poco después de la batalla de Hogwarts. Y, sorpresa, resulta que sólo Hermione quiso volver al colegio para recuperar el curso que había perdido luchando contra el mal, mientras que Harry y Ron se iban derechos al Departamento de Aurores con la intención de ayudar al nuevo Ministro de Magia, Kingsley Shacklebolt.
Parece que ambos pasaron sus primeros años como magos adultos persiguiendo esbirros de Voldemort o buscando mortífagos arrepentidos, ya que, según Rowling, después de todo lo sucedido no podían limitarse a estar quietos. Harry acabó convirtiéndose en un importante Auror, mientras que Ron empezaba a trabajar con su hermano George en Sortilegios Weasley, y Hermione iniciaba una carrera política en el Departamento de Cuidado y Control de Criaturas Mágicas que posteriormente le llevaría a ser Ministra de Magia. Lo que pasó después, podéis leerlo en Harry Potter y el legado maldito.
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